Cada persona que pasa por
nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de
nosotros.
Sólo depende de nosotros lo que nos llevemos de
esa persona, lo que no está en nuestra mano es lo que la otra persona se lleve
nuestro, a veces puede que demasiado o tan solo una parte insignificante. Esto me lleva a una gran pregunta,
que tantísimas veces nos planteamos, y que sólo encontramos respuesta
en el fondo de nuestro corazón.¿Merece la pena?
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